Qué le importa a
la noche que se apague una estrella,
si el mar sigue
cantando cuando pierde una ola.
Ya están secos los ojos que lloraron por ella.
Ya están secos los ojos que lloraron por ella.
Ya se ha quedado
sola.
Ahora ya sigue,
sola, su viaje hacia el espanto,
por las noches
profundas, bajo el cielo inclemente.
Ya todos la olvidaron. Ahora sí que se ha ido,
pero, sobre las
rosas de la tumba reciente,
florecía el
recuerdo más allá del olvido…
Yo era el hosco,
el ausente.
Ya nadie le
disputa su silencio y su sombra,
sobre toda su
sombra, bajo la luz del día.
Ya todos la
olvidaron, Señor. Nadie la nombra.
Yo la
recuerdo todavía…
José Ángel Buesa
La maestra de preescolar adscrita a la
Escuela Sucre de la Institución Educativa Nuestra señora del Carmen, ha dejado
honda huella en la comunidad doradense.
Duele morir cuando no se ha muerto de amor
o por amor. Duele porque deja fruncido el corazón! porque la mañana no se hace
más clara en el aula donde nació la sonrisa temprana; entonces todo lo cubre
una sombra que en la impunidad se alarga, porque es fruto de la sinrazón y se
ahoga en el alma.-
Duele, mucho duele, cuando alguien tan
especial se marcha. Se fue sin hacer maletas, pues no esperaba su marcha. Nos
arrebataron su presencia, nadie sonríe en la mañana. Doy fe, que hasta el
último día pensó solo en sus pequeños, como buena capitana!. ¡paz en su tumba.
Pulse en Youtube http://nivia_final.wmv/