La observación de clase, asimilada como herramienta de reflexión y tarea colaborativa de formación situada en el programa Todos a Aprender (PTA) en el departamento de Caldas, refleja una necesidad sentida de los maestros como es el acompañamiento en su labor docente y una oportunidad para adentrarnos en esa mar de posibilidades que genera el trabajo en equipo.
La observación puede ser tomada desde dos ópticas: una soslayante que implicaría recelo evaluativo con consecuencias negativas, que no es el espíritu del programa, ni el papel del tutor y otra enriquecedora que invita a la reflexión individual sobre la práctica docente donde crece el tutor con los maestros en retroalimentación y actualización.
Según Pablo Martínez Gila en «La observación y el aprendizaje colaborativo en el aula E/LE» estos son:
Los cinco «saberes» de la observación
1. Saber observar
Controlar prejuicios, creencias y asunciones erróneas. Saber tomar la distancia necesaria. Saber distinguir lo fundamental de lo accesorio, lo particular de lo general. Saber observar de forma holística antes que de forma analítica. Saber analizar los datos de la observación.